Una organización revolucionaria es ante todo ideas, perspectivas, un programa y métodos correctos, todo lo cual constituye la base central sobre la que construir una estructura organizada con el objetivo de preparar la dirección revolucionaria que la clase trabajadora necesita para que pueda cumplir su tarea histórica, la transformación socialista de la sociedad.
Es por ello que los marxistas tenemos que partir siempre de un claro análisis de la situación objetiva, real de los acontecimientos, al objeto de intervenir sobre ellos. Marx explico que “Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de diversas maneras; de lo que se trata es de transformarlo” (Tesis sobre Feuerbach).
Contexto general
El contexto actual del Sistema capitalista a nivel mundial nos muestra todos los síntomas claros de un sistema agotado históricamente. En sus obras Marx explico objetivamente que ningún Sistema social desaparece antes de haber agotado todas sus posibilidades para desarrollar las fuerzas productivas. Cuando un Sistema deja de desarrollar las fuerzas productivas, que generan el conjunto de la riqueza de cualquier sociedad, está condenado históricamente a desaparecer, a ser sustituido por una sociedad superior que permita a la humanidad continuar avanzando. De lo contrario la humanidad sufrirá recaídas en cuotas de barbaries que habían sido superadas en el pasado.
Desde este punto de vista, la actual y permanente crisis general del capitalismo es la característica principal que predomina en toda la situación mundial. En realidad, la crisis capitalista deja claro que estamos ante un verdadero punto de inflexión histórico, ante una autentica encrucijada histórica, que muestra el completo agotamiento del capitalismo como sistema progresivo, convertido en estos momentos en un sistema totalmente reaccionario, que a cada paso pone al conjunto de la humanidad bajo la amenaza de su propia supervivencia como especie en el planeta.
En este contexto vivimos tiempos totalmente convulsos, en donde “lo viejo no termia de morir y lo nuevo no termina de nacer”. Las nuevas generaciones en todo el mundo hoy en día, por primera vez bajo el capitalismo, no aspira a vivir mejor que su generación anterior. Ello es la base objetiva para la acumulación de un profundo malestar y polarización social creciente. Es por ello que podemos afirmar que estamos entrando de lleno en una de las épocas más convulsivas y revolucionaria de la historia. Para ello los marxistas nos debemos de preparar concienzudamente.
Un estudio reciente de Oxfam indica que “los cinco más ricos del planeta han doblado el nivel de sus riquezas desde el 2020 al 2023”. En tan solo los próximos 10 años se espera que uno solo de estos supermillonarios llegue a poseer una riqueza superior a un Billón de dólares. Por todos los rincones la clase dominante hace ostentación de su creciente y repugnante riqueza, la cual condena a la aplastante mayoría de la sociedad a vivir cada vez en unas condiciones más precarias, con niveles crecientes de miseria y pobreza galopante por todo el planeta.
En esta situación es evidente que se están desarrollando toda una serie de plagas sociales, que reflejan el callejón sin salida en el cual está el capitalismo mundial. Por todas partes vemos un aumento de los síntomas de la crisis del capitalismo, que ya no solo es crisis económica, sino que además se traslada en un total estado de pesimismo ante el futuro, comenzando por los propios estrategas del sistema, que son conscientes de haberse convertido en una loza para el propio futuro de la humanidad.
Vivimos una autentica vorágine de caos que no cesa, con aumento de los conflictos a todos los niveles, que se manifiestan en una creciente violencia, un declive general de la cultura, crisis de la moralidad, la educación, la ciencia y hasta en las propias bases de la familia burguesa. En esta situación es lógico que la clase dominante desprenda pesimismo ante el futuro, que ve que nos dirigimos a toda una época histórica de revolución y contrarrevolución a escala planetaria nunca vistas hasta ahora.
El Sistema capitalista, basado en la propiedad privada de los medios de producción y las fronteras nacionales, se ha convertido en un obstáculo monumental, en un freno absoluto para el conjunto de la humanidad. En estos años atrás hemos visto el desarrollo de fenómenos mundiales que suponen una guillotina sobre el cuello de la especie humana: el desarrollo de la Pandemia del Covid19 es una clara advertencia del actual carácter reaccionario del capitalismo, que se dirige hacia nuevas pandemias bajo el actual caos capitalista, responsable último de fenómenos como el cambio climático, el aumento de los conflictos y las opresiones nacionales, las matanzas bélicas como vemos en Ucrania o Gaza, … Todo ello “adornado” con miseria, pobreza y olas de refugiados de una punta a otra del planeta. Nunca antes fueron tan verdaderas las palabras de Lenin cuando afirmaba que “el capitalismo significa horror sin fin para las masas”.
En todo el mundo la lucha contra esta situación evidentemente no puede venir de la mano de la clase dominante, de los grandes capitalistas, banqueros y oligarcas de la tierra. Estas soluciones hay que descartar contundentemente que puedan venir tampoco de manos de las ideas y el programa de las direcciones reformistas, que nunca fueron más allá de los marcos de existencia del capitalismo. En el actual contexto objetivo, dentro de los limites del Sistema, las políticas de los reformistas que decían pretender mejorar las condiciones de vida de las masas ya no tienen sentido. Todos estos reformistas, de una punta a otra del planeta, se han convertido en “contra reformistas”, llevados por la necesidad de la burguesía de luchar contra la crisis de su Sistema volcando los efectos de la misma sobre los hombros de la clase trabajadora mundial.
Sino fuera por las trágicas consecuencias sociales que todo ello tiene, es bastante cómico, como para estar semanas riendo, ver la forma en como todos los estrategas de la burguesía y el conjunto de los reformistas, que por algún misterio incomprensible aún dicen ser de izquierdas, afrontaron la crisis económica y financiera del 2008, al igual que a partir de 2020 la Pandemia del COVID, en todo el planeta.
Durante décadas los hemos escuchado afirmando que “el capitalismo es el único sistema social y económico capaz de funcionar” y la cantinela machacona de que “el Estado no debe intervenir en la economía”. Pues bien, en todos los países, con independencia de que hubiera formalmente gobiernos de “derechas o izquierdas”, los grandes empresarios, las grandes corporaciones y los banqueros de todo el planeta recurrieron a una misma política: saquear las arcas públicas de los Estados, transfiriendo enormes sumas de cientos de miles de millones desde los presupuestos públicos hacia sus bolsillos. Con ello trataron de evitar un colapso total de la economía y las finanzas del capitalismo mundial, una completa quiebra completa de la economía mundial capitalista.
Los llamados “rescates bancarios y empresariales” han sido el fruto de políticas conscientes de la clase dominante para que desde los bolsillos ya vacíos de la mayoría de la sociedad salgan miles de millones directamente hacia los bolsillos del 1% de la sociedad. Una verdadera sangría para la aplastante mayoría de la clase trabajadora mundial, condenada a recortes y reducciones del conjunto de sus conquistas históricas, al objeto de mantener e incrementar los muy abultados bolsillos de los superricos del planeta. Todo ello se hizo transfiriendo la montaña de deuda privada de los bancos y grandes empresas convirtiéndola ahora en una montaña gigantesca de deuda pública, deuda más intereses que ahora pretenden hacernos pagar a la clase trabajadora de todos los países.
Pero esta política de aumento de las montañas de deuda, con dinero público hacia el sector privado, también tiene sus lógicos límites. Mediante esta política evitaron inicialmente el colapso, que ellos preveían que provocaría una ola revolucionaria por todo el planeta. Pero en realidad no han logrado solucionar ninguno de los problemas de fondo de la economía capitalista mundial. En el mejor de los casos solo han logrado posponer los problemas, aumentándolos, para este próximo periodo. Como decíamos estos problemas son orgánicos al propio Sistema, que expresan una brutal crisis de sobreproducción capitalista, que se desarrolla en una “lenta agonía a muerte del Sistema”.
De todos es sabido que “el dinero no crece en los árboles”. El resultado de la orgía de gastos, utilizando enormes sumas de dinero que no existían en realidad, ha significado la construcción de una gigantesca montaña de deuda. La deuda mundial supera en estos momentos la cifra histórica récord de 307 billones de dólares en 2023 (datos del Instituto de Finanzas Internacionales). Esta cifra abarca el endeudamiento de los gobiernos, las empresas y los hogares. Podemos y debemos afirmar categóricamente que estas cifras representan una enorme montaña de deudas que jamás serán pagadas.
Las primeras etapas de la crisis global del capitalismo abrieron enormes y variadas oportunidades y posibilidades revolucionarias, por los cinco continentes. Desde la llamada “Primavera Árabe”, pasando por los enormes movimientos de masas de los “indignados” en todo el mundo, con un claro ascenso de los procesos de la revolución en América, Asia, África y Europa.
Esto ha sido simplemente un primer anuncio de una nueva época, que estará caracterizada por enormes oportunidades para que la clase trabajadora luche por la transformación socialista de la sociedad. El triunfo de un proceso revolucionario en un país, en cualquiera de los cinco continentes, cambiara toda la situación a nivel mundial. Inspirará y será un enorme ejemplo a seguir por el conjunto de las masas de todo el mundo, que armándose de una genuina dirección revolucionaria podrá derribar los débiles muros del capitalismo, mandando a este podrido Sistema al basurero histórico.
Perspectivas para España
España siempre ha sido el típico ejemplo de capitalismo atrasado, con una clase dominante que siempre se caracterizó por llegar tarde a todas sus citas históricas: la burguesía española fue incapaz de llevar a cabo de forma completa la revolución burguesa y de cumplir con ello con sus tareas históricas. Igualmente fue incapaz de desarrollar la economía capitalista, no llegando a tiempo con el desarrollo de la llamada “revolución industrial”.
La burguesía española jamás cumplió con sus deberes y ya jamás las cumplirá. Esas tareas pendientes de la revolución democrático burguesa están inscritas en el programa de la revolución proletaria, que incluye las tareas de separación del Estado-Iglesia, llevar a cabo la reforma agraria y garantizar los completos derechos y libertades de los diferentes pueblos que componen el actual Estado español, incluyendo el derecho de las nacionalidades oprimidas como Catalunya, País Vasco, Galicia, etc. a la independencia.
La realidad es que el Estado Español y su monarquía constituye una cárcel de pueblos en la península Ibérica, así como también en las naciones capitalistas pobres como México, Colombia, o Argentina donde las multinacionales, y corporaciones imperialistas españolas explotan y oprimen a millones llevando ganancias a la oligarquía del 1% de los capitalistas de nuestro país.
Por ello de la clase capitalista española ya no se puede esperar ninguna tarea progresiva, ni democrática en términos históricos, aunque el gobierno capitalista de Sánchez anuncie la libertad de los presos políticos catalanes, o la abolición de la prostitución. Estas medidas no son una “graciosa concesión” del gobierno capitalista de Sánchez, sino el producto de una larga lucha del pueblo catalán, y de las mujeres españolas.
El carácter atrasado del capitalismo español fue la base en donde se asentó la dominación de la burguesía, la cual siempre ha estado unida por miles de lazos visibles e invisibles con los grandes banqueros y los terratenientes, propietarios de las grandes extensiones de tierras. Este desarrollo del capitalismo español desde siempre le imprimió un carácter muy concreto de desarrollo desigual y combinado, modelando igualmente el propio desarrollo de la clase obrera y jornalera, que a lo largo de su propio desarrollo histórico aprendió y se doto de unas grandes tradiciones revolucionarias, que han caracterizado en cada etapa el desarrollo de la lucha de clases en el Estado español.
Si tenemos que elegir una palabra para definir la situación actual de toda la situación en España, casi sin duda esta palabra seria PRECARIEDAD. Y una situación en donde reina la precariedad solo puede significar inestabilidad, incertidumbre, amargura y en última instancia una preparación dialéctica de enormes convulsiones sociales que veremos desarrollarse en este próximo periodo.
Las personas normales, los trabajadores y los jóvenes normales, solo aspiran a poder mirar al futuro con ciertas certidumbres, con ciertas garantías de que podrán salir adelante ellos y sus familias. Sin embargo, una visión así está descartada para la mayoría hoy en día. La crisis del capitalismo español imposibilita dar las más mínimas garantías de futuro para la aplastante mayoría de la sociedad.
Hoy en día el mercado laboral tiene en el Estado español tiene una tasa oficial de precariedad del 40%. Esto supone un constante regreso al pasado para el conjunto de la clase trabajadora, la cual fue brutalmente atacada en el conjunto de sus derechos y condiciones de vida en cada etapa de la crisis del capitalismo, fundamentalmente a posterior de la crisis de 2008.
A día de hoy los trabajadores, y especialmente los jóvenes trabajadores, sufren en sus carnes las consecuencias brutales de los ataques que hemos venido soportando. Hoy los salarios son más de un 7% menores, en términos reales, de los salarios de antes de la crisis de 2008. Los mayores ataques concretizados en la Reforma Laboral que aprobó el gobierno de Rajoy, al objeto de facilitar y abaratar los despidos y eliminar derechos de negociación, continúan en vigor, a pesar de toda la engañosa propaganda del gobierno PSOE-UNIDAS PODEMOS, con la ministra de Trabajo Yolanda Diaz al frente, en el sentido de que iban a derogar aquella Reforma del PP, para más tarde decir que la reformarían con acuerdo entre patronal y sindicatos, … Al final hicieron meros cambios cosméticos, los cuales no afectan a la realidad, la cual se concreta en peores condiciones de trabajo y de vida.
En el Estado español ahora mismo el 10% de la población concentra el 54% del conjunto de la riqueza del país, frente al 8% que posee la mitad de la población. Las desigualdades sociales y económicas han alcanzado techos históricos en este último periodo. Con más de un tercio de los empleos en precario, más del 36% de los trabajadores, ello supone que sobre el cuello y la mente de los trabajadores pende permanentemente la posibilidad de ir de un día para otro al desempleo, que en estos momentos afecta oficialmente al 12% de los trabajadores. Según los datos del gobierno, de los 12 millones de trabajadores, 2 millones están parados. Estas cifras casi se duplican entre los jóvenes, en donde los niveles de desempleo afectan al 30%.
Precariedad y ausencia total de perspectivas para el futuro. Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el 55% de los jóvenes hasta los 30 años viven en casa de sus padres, ante la imposibilidad económica de poder emanciparse. Todos estos datos en su conjunto suponen una receta acabada para explosiones sociales en este próximo periodo, que serán con un carácter totalmente virulento al estar alimentadas por años y décadas de amarguras, odio y frustración a todo lo cual condena hoy por hoy el capitalismo a la aplastante mayoría de la población, especialmente a los sectores más jóvenes de la misma.
Régimen del 78
En el Estado español estamos viviendo bajo el techo del denominado Régimen del 78, año en el cual la burguesía española pudo poner los andamios que le permitieron abortar el proceso revolucionario en el cual España se instaló tras la caída de la dictadura militar de Franco, con la inestimable colaboración de las direcciones tradicionales de las organizaciones obreras, sin lo cual ello no hubiera sido posible.
La Constitución española de 1978 fue presentada como una constitución democrática, pero en realidad consagro y mantuvo vivo todo el sistema heredado de la dictadura, comenzando por la propiedad privada de las palancas fundamentales de la economía, continuando con la instalación de la Monarquía (a Juan Carlos I de Borbón lo designo a dedo directamente como rey Francisco Franco), las estructuras reaccionarias del Poder Judicial, la Cadena de Mandos del Ejército y la Policía,… y la aprobación de una Ley de Amnistía que supuso la prohibición de juzgar los crímenes de la dictadura.
En la constitución del 78 se “consagran” derechos democráticos limitados e irreales en la práctica. Se habla y habla del derecho al trabajo, menos para los parados que no tienen ese derecho; del derecho a la Vivienda, menos para aquellos que no pueden comprar a precios de oro las viviendas que construyen las grandes constructoras y empresas inmobiliarias, …
Al mismo tiempo que es una Constitución tan “democrática” que niega derechos fundamentales, como el que los ciudadanos de una nacionalidad puedan decidir libremente que tipo de vínculos desean seguir manteniendo con el resto de los pueblos que componen el denominado Estado español. El simple ejercicio del derecho a la autodeterminación fue excluido de esta constitución. Tan democrática que el rey se puede dedicar toda la vida a hacer negocios pocos claros, con descaro, pero jamás podrá ser juzgado por estas cosas,…
El 15-Mayo
Las enormes movilizaciones prerrevolucionarias que vivió España con el conocido como Movimiento 15-M de 2011 puso las plazas de las ciudades españolas llenas de jóvenes y trabajadores, en un claro cuestionamiento de toda la situación existente. Como un movimiento naciente de forma espontánea, el 15-M se tornó en un movimiento que cuestionaba las bases mismas del funcionamiento de la sociedad capitalista: en contra de los desahucios que estaban y están realizando los bancos dejando a personas sin casas y casas vacías; en contra de los rescates del gobierno a los grandes bancos; en contra de los privilegios de la minoría de parásitos sociales, incluyendo los privilegios de la llamada “familia real”,
En definitiva, estábamos ante un movimiento que cuestiono las bases en donde se asentó el Régimen del 78 y que podría haber sido tumbado abiertamente, planteando su sustitución por un gobierno de los trabajadores, la juventud y los oprimidos. Este es el verdadero significado de todo lo que en su fondo expreso el nacimiento de PODEMOS, como organización política que surgió de las entrañas del movimiento 15-M.
Es claro, lo era mucho más aun en aquellos momentos de luchas en las plazas y calles del Estado español tras el 15 de mayo de 2011, que las viejas direcciones de las organizaciones tradicionales de la llamada izquierda se habían fusionado hasta la medula con las estructuras del Régimen del 78. Desde antes de la muerte del dictador Franco los dirigentes del PSOE y del PCE habían estado girando y girando en sus posiciones hacia la derecha, aceptando todo el orden de cosas establecido y habían pasado a constituirse como baluartes del propio régimen.
Desde la nada el movimiento de lucha impulso la creación de una organización, en la que la influencia del propio movimiento sobre sus dirigentes les hacía cuestionar de abajo arriba el mantenimiento del propio Régimen del 78. En aquellas fechas podíamos escuchar al que sería el máximo dirigente de Podemos, Pablo Iglesias, hacer discursos en términos izquierdistas, parafraseando a Marx cuando afirmaba que “tomarían el cielo por asalto”. Y basándose en la movilización consciente de los trabajadores y la juventud ello podía haber sido posible.
Tras la fundación de Podemos, en mayo de 2014 en las elecciones europeas esta organización obtuvo 5 eurodiputados (sin basarse en las tradicionales campañas electorales de cientos de millones de euros que para ellas prestan los grandes bancos y corporaciones). En aquellas fechas Podemos ya contaba con 100.000 militantes y en unos meses, en octubre de 2014 el partido ya tenía 200.000 militantes. El 20 de diciembre de 2015, en las elecciones generales, Podemos se constituyó en realidad como la principal fuerza política de la izquierda española, con más del 20,68% de los votos y una representación en la Parlamento de 69 diputados.
Todos estos datos demuestran el enorme potencial que adquirió el movimiento de nuestra clase, que hizo avanzar a saltos la conciencia de millones de trabajadores y jóvenes. Pero una vez más, estos datos demuestran la enorme importancia de que nuestra clase tenga y prepare una genuina dirección revolucionaria para en el momento clave dirigir todo el potencial de lucha de nuestra clase hacia la tarea de tomar el poder. En palabras de Lenin, “La historia no perdonará ninguna dilación a los revolucionarios que hoy pueden triunfar (y que triunfarán hoy con toda seguridad) y que mañana correrán el riesgo de perder mucho, tal vez de perderlo todo”.
Pero este último periodo demostró que en última instancia los dirigentes de Podemos (aun en el caso de Pablo Iglesias tal vez el más honrado de ellos) no eran marxistas consecuentes, sino en el mejor de los casos reformistas de izquierdas, que no veían más allá de los propios límites del sistema capitalista.
Ello le llevo, en palabras de P. Iglesias, a afirmar una y otra vez tonterías como que “la clave no es un eje derecha-izquierda, sino democracia-dictadura”. Desde un punto de vista teórico ello suponía una total claudicación ante el sistema y para ello siguieron la tantas veces seguida política del “cretinismo institucional o parlamentario”. Los dirigentes de Podemos, que pensaban que ellos eran mucho más inteligentes y listos que los viejos dirigentes socialdemócratas del PSOE e IZQUIERDA UNIDA, pasaron a huir de las movilizaciones en las calles, de basarse en el apoyo social que proporcionaba las movilizaciones a creer que ellos desde los despachos institucionales y hasta ministeriales, podían cambiar las cosas, dejando al margen a la clase trabajadora y a la juventud.
Tras los resultados electorales de diciembre de 2015, los dirigentes de Podemos negociaron con la dirección derechista del PSOE y entraron a formar parte del primer gobierno de coalición de España desde la muerte de Franco, al que pomposamente llamaron “el gobierno más progresista de la historia de España”.
Tú, amigo, puedes pelar una cebolla capa a capa. Pero amigo, te debemos de recordar desde el marxismo que, si pretendes cazar a un tigre pata a pata, el resultado casi seguro es que acabes siendo la comida de ese tigre. Y esto, justamente esto, es lo que ha ocurrido con los dirigentes de PODEMOS E IZQUIERDA UNIDA, una vez que entraron a formar parte del gobierno de la burguesía liderado por Pedro Sánchez y los socialdemócratas de derechas del PSOE, que ya hace bastantes décadas no son otra cosa que agentes abiertos que defienden los intereses de la clase dominante, española e internacional, como vemos estos días en su cinismo en relación a la masacre en Gaza por el sionismo israelí.
Pablo Iglesias abandono la Vicepresidencia del gobierno y dejo en el a Irene Montero, Alberto Garzón (máximo dirigente entonces de IU-PCE) y a la ínclita y perenne perteneciente a aparatos burocráticos, Yolanda Diaz, a la cual además desde su abandono del gobierno Pablo Iglesias designo como cabeza de lista de la siguiente candidatura electoral.
La clase trabajadora española es rica en grandes tradiciones revolucionarias a lo largo de toda su historia. Es la clase obrera que expulso a la monarquía de los borbones en 1931, proclamando la república; la misma que protagonizo frente al ascenso del fascismo la proclamación de la Comuna de Asturias en octubre de 1934 y que durante semanas permitió que los trabajadores, con los mineros al frente, asturianos tuvieran el poder en sus manos durante semanas; la misma que espontáneamente y luego en contra de los propios dirigentes socialdemócratas y estalinistas, aborto el triunfo del golpe de estado fascista en julio de 1936 (los fascistas debieron llevar a cabo una guerra civil durante 3 años para aplastar a los trabajadores; es esta clase que soporto y lucho contra la dictadura franquista 40 años,…
En estos momentos, con una clara polarización social a derecha e izquierda en la sociedad española, sino vemos el desarrollo abierto aun de un proceso general de luchas obreras es debido ante todo y sobre todo al gran tapón que para ello están jugando los aparatos burocráticos de los sindicatos, de CC.OO. y UGT, que se guían de una constante y permanente política de traición a la clase obrera, practicando una política sindical basada en PACTOS Y CONSENSOS, CONSENSOS Y PACTOS.
A pesar de este nocivo papel que juegan los dirigentes sindicales, estos últimos años no han estado exentos de importantes luchas obreras a lo largo y ancho de la geografía española. Desde las luchas de las llamadas “Mareas”, en defensa de la Sanidad, la Educación, la Pensiones públicas, hasta luchas muy duras y reprimidas policialmente desde un gobierno que se dice “el más progresista de la historia”, como han sido las luchas de los trabajadores del Metal en Cádiz, Ferrol, la lucha de los trabajadores de la fábrica Michelin en Álava, …
En un contexto en donde la economía capitalista española se dirige claramente hacia la recesión, dentro del contexto de crisis global del capitalismo mundial, en estos próximos meses el enfrentamiento entre las clases en el Estado español es inevitable. No sabemos la fecha, ello es imposible de predecir, pero un análisis serio basándonos en la base material de la sociedad indica que cualquier chispa puede encender el polvorín social en los próximos meses, en este próximo periodo.
Tras una caída brutal del PIB español en 2020 de casi un 12%, en el año 2022 el capitalismo pudo salir del confinamiento impuesto por la pandemia mundial del COVID creciendo un 5,8%. Pero para el siguiente año este crecimiento bajo hasta el 3,4% y para este año todos hablan de un crecimiento por debajo del 1,9%, incluso con FUNCA pronostica menor del 0,7%.
Antes que la economía capitalista haya entrado en recesión nuevamente, ya vemos un total colapso social del llamado “centro político”, que ha provocado la desaparición del partido con el que sectores de la burguesía española habían planteado sustituir al PP, acosado por la crónica corrupción institucionalizada. Hoy CIUDADANOS, el nombre que habían dado a ese partido, está fuera de juego. El tan aireado ascenso del fascismo español, representado por la ultraderecha de Vox está en claro retroceso.
Los dirigentes del PSOE se siguen manteniendo en pie fundamentalmente gracias a los errores fundamentales que aquellos y aquellas que se dicen a su izquierda cometen cada tres minutos. Pero es bastante probable, diríamos que lo más probable, es que Pedro Sánchez sea incapaz en esta ocasión de aguantar y agotar toda la legislatura. La inestabilidad social puede llevar a que tengamos elecciones generales en España en cualquier momento.
Todo indica que los dirigentes del PCE-IU, basándose en una política totalmente mezquina y derechista, serán incapaces de poder recuperar nada fundamental del apoyo social que tuvieron en su día. El año pasado asistimos una fuerte contestación interna a la dirección del PCE, desde las filas de las Juventudes Comunistas, que fueron disueltas por la dirección del PCE, utilizando los típicos métodos del viejo estalinismo, todo lo cual ha provocado que en el último congreso de las J. Comunistas esta organización se haya partido en dos, con un sector planteando quedarse en el PCE y otro casi 50 % que ha decidido escindirse y buscar construir la organización en el Movimiento Socialista, una organización juvenil que está teniendo importantes avances entre sectores de la juventud en determinadas regiones y zonas del Estado español, lo cual refleja que existe una capa cada vez más amplia entre la juventud y los trabajadores que buscan ideas, una explicación y una alternativa al mundo en el que vivimos.
Podemos
Por otra parte, como decíamos, la política de la dirección de Podemos ha provocado que esta organización, que auspiciaba un gran futuro para la izquierda en el movimiento, este en estos momentos en una situación de crisis terminal. El gran avance electoral de Podemos en el pasado reciente, fruto de su abandono de la lucha social, ha dado paso a una tremenda debilidad de su presencia en las instituciones. En las últimas elecciones generales la nueva coalición electoral encabezada por Yolanda Diaz obtuvo la miserable cantidad de 31 parlamentarios, de los cuales solo 5 de ellos han sido elegidos de entre los dirigentes de Podemos.
La situación actual de Podemos es que asistimos ante una fuga de sus dirigentes, los cuales la mayoría se están moviendo aún más hacia posiciones derechistas. Podemos vive lo peor de este mundo, habiendo perdido el terreno de la calle, de su influencia en las movilizaciones sociales, ahora también han perdido por tanto su representación en las instituciones. Las sedes sin militancia se cierran y los oportunistas, como ratas en barco que se hunde, saltan hacia donde seguir manteniendo prebendas y salarios.
Gráficamente podemos ver cuál es la situación en dos momentos, próximos en el tiempo, pero totalmente alejados en su significado político y social:
• 17 de enero de 2014, en el barrio madrileño de Lavapiés, Pablo Iglesias presentaba la formación de Podemos, que hizo temblar a todo el establecimiento de la burguesía española.
• 20 de marzo de 2024, en el mismo barrio de Lavapiés, Pablo Iglesias inaugura un bar-restaurante, en donde simbólicamente presenta la bebida revolucionaria del momento, un Martini al cual ha bautizado con el nombre de “Durruti”, el dirigente anarcosindicalista español de los años 30, que antes de su asesinato en la entrada a Madrid estaba girando hacia el programa y las posiciones del trotskismo internacionalista.
Construir las fuerzas de una dirección marxista
En estos próximos meses podremos tener una mayor claridad al respecto de todo esto. En las recientes elecciones gallegas Podemos y la nueva marca de Yolanda Diaz, Sumar, no obtuvieron ninguna representación. Ahora hay ya convocadas elecciones en Euskadi y en Cataluña, al igual que elecciones al Parlamento europeo. Todas ellas pueden conducir hacia la desaparición de facto de Podemos y que Sumar, en la derecha de lo que antes fue Podemos, se quede con el simple objeto de que los especialistas en ocupar cargos continúen chupando de las tetas ministeriales, hasta que finalmente haya elecciones generales.
En todo caso podemos estar seguros de una cosa fundamental. Este periodo en el que hemos entrado hace totalmente inevitable la lucha de la clase obrera española para evitar seguir siendo machacados por la clase dominante en su constante sed de beneficios y más beneficios. En el desarrollo de esta lucha la clase obrera necesita ir fraguando una dirección revolucionaria, basada en las correctas ideas del marxismo. Nada puede sustituir a esta necesidad.
Sin una dirección así será imposible que la clase obrera pueda tomar el poder y construir su propio y necesario gobierno obrero, que plantee sobre la mesa la expropiación de las riquezas que hoy están en las manos de los grandes empresarios, multinacionales, banqueros y terratenientes. Esta es la condición previa para comenzar hablar de poner fin al creciente horror sin fin al que no somete el capitalismo, tomando el control de las palancas fundamentales de la economía para planificarla y que funcione sobre la base de las necesidades crecientes que existen en la sociedad.
Esta es la perspectiva del marxismo y ante ella solo podemos proponer que todo trabajador, todo joven consciente ponga manos a la obra junto a nosotros, en la tarea histórica de construir una genuina dirección revolucionaria, que en estos momentos es la tarea prioritaria número uno que tenemos por delante. Por ello, estamos lanzando La Marx España con el objetivo de reagrupar a los revolucionarios que buscan una herramienta política con la cual terminar con el capitalismo en España, y en Europa.
Somos parte de La Marx Internacional y hacemos esta convocatoria a todos los Marxistas consecuentes, y aquellos que se acercan al Marxismo a sumarte a esta convocatoria y amplificarla, llevándola a todos los rincones de nuestro país.
Si acuerdas con los puntos expuestos en esta convocatoria acércate a nosotros, contáctanos en tu ciudad, búscanos en redes sociales, envíanos tu Whatsapp, mail, y súmate a las actividades y reuniones.