
Hace poco más de un año que Bahía Blanca sufrió el temporal que causó 13 muertos e incontables daños materiales. Presidente, Gobernador e Intendente se juntaron en ese momento y después de zamarrearse políticamente entre sí, cuando la crisis y los muertos ya no fueron más noticia, se olvidaron del problema.
Abriendo las sesiones del Consejo Deliberante, hace tres días, el intendente Susbielles alabó su propia gestión diciendo “Ha sido un año sólido e importante en materia de gestión” ¡Mentira! Ahí están los resultados: otra vez calles sin limpieza y mantenimiento, continuidad de la obra trucha de la gestión anterior que impide el escurrimiento en la peatonal, falta de mantenimiento en las escuelas y hospitales. Ni hablemos del problema de fondo: Las lluvias pueden ser “naturales” —y hasta cierto punto, cuestión que no vamos a desarrollar en este momento—, pero las obras que faltan, la desidia, la despreocupación son bien humanas (¡!). Eso sí, el intendente terminó su discurso rogando “que Dios y nuestra patrona la Virgen de la Merced los ilumine a ustedes y a todos en la intensa tarea que tenemos por delante”. ¡Inútil, payaso, chupacirio infame! ¿A quien le va a encomendar ahora los muertos de este desastre y las familias que lo perdieron todo?

Con este nuevo evento “natural” se puso de relieve la negligencia e impericia de los distintos gobiernos capitalistas para prever las catástrofes. Es más, no les interesa un pepino la vida de las personas, solo sus negocios y emprendimientos. Un informe del CONICET del año 2012 alertaba sobre la peligrosa ubicación de Bahía Blanca, porque se encuentra en la cuenca inferior del canal Maldonado y del arroyo Napostá, dos cursos de agua clave en el sistema de drenaje local. Debido a su ubicación en esta cuenca baja, las aguas se acumulan rápidamente en la ciudad ante lluvias intensas. Pero además, indicaba que otro factor de peligro era el crecimiento desordenado de la ciudad, lo cual empeoraba aún más el escurrimiento de las aguas.
Y a pesar de eso, ni los que se llenan la boca defendiendo al Conicet ni los que lo denigran, hicieron nada.
¿Alguna obra en tiempos de Cristina, Macri, Fernández, Scioli, Vidal, Kicillof y las distintas intendencias? ¡No! Es la naturaleza, dicen los canallas.

El ministro Caputo en un tweet plantea el envío de 10 mil millones de pesos a solicitud del intendente. Y termina con esta frase de nene de papá, ajeno a la vida y el sufrimiento de las personas: “¡Ojalá las cosas mejoren pronto!”. No, no van a mejorar, tránsfuga miserable, agente usurero de los grandes bancos, mientras ustedes o los peronistas o los radicales o los macristas siguen dirigiendo el país, porque la plata que el pueblo produce se la regalan a los grandes empresarios y bancos. Para eso, y no para nada productivo, es la plata que están mendigando al FMI, que de nuevo se irá por la cloaca de los estafadores, timberos y los grandes empresarios evasores para los que todos estos canallas gobiernan.
Milei ya se había lavado las manos en la catástrofe de diciembre de 2023 diciendo que los bahienses “van a lograr poder resolver esta situación (…) con los recursos existentes”. Su política de obra pública cero, agrava las ya malísimas condiciones de infraestructura en todo el país. Kicillof, que jetonea haciéndose el opositor, hace 5 años que gobierna la provincia, a lo que hay que sumarle sus altas responsabilidades en el gobierno de Cristina. Preguntamos ¿qué hicieron? ¿Qué canales, qué diques, qué reubicación urbana, qué prevención para los sectores más críticos? Nada. Se tienen que ir todos, no sirven, son inútiles, corruptos y sobre todo, agentes de los intereses de los grandes empresarios y desarrolladores inmobiliarios.

EMERGENCIA NACIONAL Y TODA LA AYUDA PARA BAHIA BLANCA
Debemos exigir la declaración inmediata de Emergencia nacional por la catástrofe que azotó y azota a Bahía Blanca, para la reconstrucción de los daños y la asistencia a las familias. Toda la ayuda debe ser controlada por comisiones de vecinos afectados y organizaciones sociales de base (¡!). Porque esa miseria de 10 mil millones que dispuso el gobierno de Milei se va a escurrir más rápido que el agua en los bolsillos de los funcionarios y punteros corruptos. Cada peso y ayuda material debe ser controlada y distribuida por la propia población (¡!). Instamos a que los vecinos se autoorganicen para la distribución de toda la ayuda y a formar comisiones permanentes para la reparación y reconstrucción de los daños.
- ¡Fuera Milei, Kicillof y Susbielles!
- Que el Congreso Nacional de vagos y charlatanes sirva una vez para algo y declare la Emergencia Nacional en ayuda de Bahía!
- Distribución, ayuda y reconstrucción bajo el control del pueblo bahiense, a través de delegados electos por los distintos barrios.
- Ningún despido o recorte de salarios dispuestos por los empresarios invocando esta catástrofe
- Todos los desocupados de Bahía Blanca deberán ser absorbidos de forma permanente para las obras de reconstrucción, a cargo del estado o por ley a las empresas privadas, con el sueldo igual a la canasta familiar real de $1.700.000
- Por la planificación para el saneamiento definitivo de la ciudad de Bahía Blanca, a cargo de la Universidad Nacional del Sur, el Conicet y los representantes populares de los distintos barrios, con la prohibición expresa de que participen los empresarios de la construcción, desarrollistas y todos los que puedan tener interés en lograr un beneficio particular.
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