PSOE-SUMAR: EL GOBIERNO DEL REFORMISMO SIN REFORMAS

23.04.2024

PEDRO SANCHEZ Y YOLANDA DIAZ, GOBIERNO PARA LOS CAPITALISTAS

PEDRO SANCHEZ Y YOLANDA DIAZ, GOBIERNO PARA LOS CAPITALISTAS

ANTE LA CRISIS CAPITALISTA, ¡¡ LUCHEMOS POR TRANSFORMAR LA SOCIEDAD !!

¡¡ CONSTRUYAMOS UNA DIRECCION REVOLUCIONARIA!!

Por: Comité RedacciónLa Marx España

Hacia finales del año 2023 en el Estado español, con el que se autoproclama “el gobierno más progresista de la historia”, el gobierno de coalición del PSOE con SUMAR, más de un 26,5% de la población española estaba oficialmente en “riesgo de exclusión social”, una palabra metafórica para decir que se está en la pobreza. Este porcentaje suponía un 5% más que en 2022.

De la misma forma, el porcentaje de población con “carencia material y social” creció más del 2%, hasta situarse en el 9%. El porcentaje del “Ingreso medio” ha aumentado un 8,3%, también han crecido las dificultades de la población para poder llegar a fin de mes, hasta la friolera cifra del 9,3 %, un 0,6% más que en 2022.

Ahora mismo tenemos una situación social en donde el 37,1% de la población no pudo afrontar gastos imprevistos, cuando en el año 2022 esta cifra se situaba en un 35,5%. Añadido a todo esto tenemos que más de un tercio de la población no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año. Este porcentaje fue 0,4% menor en 2022.

Estos datos muestran la cruda realidad de una situación social y laboral marcada por la total incertidumbre, la precariedad y el retroceso en derechos sociales, como todo lo indica la “Encuesta de Condiciones de Vida”, dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadística, tan solo a finales del mes de febrero de este año. Y estos datos son más relevantes aun porque estamos hablando ya de la segunda legislatura de gobierno del PSOE, la primera junto a UNIDAS PODEMOS y ahora con la organización SUMAR que lidera la ministra de Trabajo, Yolanda Diaz, viceministra del propio gobierno de Pedro Sánchez.

En esta coalición de gobierno, que ejecuta las ordenes que reciben de los Consejos de Administración de los grandes bancos y empresas, en unión con el Banco Central Europeo que representa los intereses del imperialismo alemán y francés, están participando activamente, con verdadero entusiasmo, los dirigentes de Izquierda Unida y del PCE, con su Secretario General al frente, Enrique Santiago, que juegan lastimosamente el mismo papel que siempre jugaron los estalinistas en todo el mundo, sostener en pie a la burguesía tambaleante, impediendo el desarrollo de las luchas y los estallidos sociales revolucionarios.

En realidad, todas estas cifras oficiales de la realidad social española vienen a ser una total condena de la política de todos estos llamados dirigentes de izquierda que con su participación activa en el gobierno están siendo participes y responsables de que la burguesía española y europea estén pidiendo llevar adelante su política en favor de los poderosos y, por tanto, en contra de la aplastante mayoría de la sociedad. En este sentido, el gobierno PSOE-SUMAR, sostenido además en el parlamento por los partidos de la burguesía vasca y catalana, es lo que Marx llamaba “la Junta de Administración de los negocios comunes de la burguesía como clase”.

También podemos entender cual es el papel real del gobierno, según lo explicó perfectamente Lenin: 

En el gobierno se desarrolla un recambio continuo, de una parte, para cebar con puestecitos muy bien retribuidos y honrosos al mayor numero posible de socialpatriotas y socialdemócratas y, de otra parte, para distraer la atención del pueblo. ¡¡Mientras tanto en las oficinas de los Estados Mayores es donde se lleva a cabo toda la labor estatal !!”
                               (El Estado y la Revolución – Lenin, 1917)

En general las cifras estadísticas siempre reflejan una realidad fría de situaciones que implican verdaderos dramas humanos y familiares. Estas cifras de la pobreza están afectando muy duramente a las personas jubiladas, por ejemplo, al igual que a los trabajadores y trabajadoras desempleadas. Pero, aun teniendo un empleo, ello no es garantía de que no te afecten esas situaciones de pobreza: el 17% de los trabajadores ocupados es pobre.

Las cifras oficiales, que siempre tienden a estar por debajo de la realidad, vienen a certificar el claro incremento de los precios, sobre todo en la alimentación, lo cual afecta de lleno en el corazón de las familias trabajadoras, aquellas que son más vulnerables, al igual que a los jóvenes que están absolutamente precarizados. Los precios de la “Cesta familiar” ahora cuestan un 30% más, unos 245 euros más de media. Ello ha hecho ya que el 90% de la población haya tenido que modificar sus hábitos de consumo, derivándose de ello un empeoramiento con dietas alimentarias más pobres.

Hasta aquí termina todas las triunfalistas campañas de pura propaganda que desde las y los dirigentes de PODEMOS y ahora de SUMAR han venido haciendo sobre el pretendido “escudo social”, las frases altisonantes de que aquí “nadie va a quedar atrás” o los discursos adornados de triunfalismos propios de moquetas de despachos ministeriales con los que han tratado de convencernos estos años de los maravillosos resultados que nos iba a traer “la reforma laboral” de Yolanda Díaz, que evidentemente, con las cifras y los datos en la mano, quedan totalmente desmentidos por la realidad.

Si bien en 2023 los trabajadores ocupados aumentaron en 783.000 empleos más, la tasa oficial de paro continúa siendo de las más altas de Europa, con un 11,76 %, cifras oficiales que solo reflejan una parte del drama humano del desempleo crónico que afecta a millones. En el primer trimestre de este año, según datos oficiales del INE, “el mercado laboral arrancó el año con 139.700 ocupados menos, hasta los 21,25 millones, mientras que el paro subió en 117.000, hasta los 2,97 millones, elevando la tasa de desempleo medio punto, al 12,29 %”.

Pero la ministra “progre” del gobierno, Yolanda Diaz, debería ser cauta en cuanto a la visión que se puede y debe tener de esa supuesta “creación de empleo”, porque fundamentalmente es empleo precario y mal pagado, como reflejan los datos de que un 17% de los trabajadores ocupados están “en riesgo de pobreza o exclusión social”. En términos reales, los salarios han perdido poder adquisitivo estos últimos años, más de un 4%. Y todo ello recuerda a los que fueron los peores momentos de la crisis financiera y económica de 2008.

Tenemos otros datos significativos de la situación que deben de soportar mujeres y jóvenes que acceden a un empleo. Más de un tercio de ellos cobran el Salario Mínimo Interprofesional, o menos. Según Hacienda, la Agencia Tributaria, en 2022 casi 1,7 millones de personas incorporadas al mercado laboral cobraron el SMI, o menos, y el salario medio anual de casi el 90% de los nuevos contratados es inferior a los 10.000 euros.

De cualquier forma, el desempleo continúa siendo la mayor razón que lleva al riesgo de la exclusión social, 2,77 millones de personas, de los cuales el 54% presenta una situación de vulnerabilidad.  Los datos indican que más de medio millón de menores, en edad infantil, sólo pueden comer proteínas cada dos días. Los datos indican que en 2004 era un 1,8% de la población, pero hoy son precisamente los menores los que están en mayores riesgos de pobreza, de exclusión social, representando unas cifras del 34,5%.

Eso sí, la dialéctica nos enseña que todas las situaciones tienen una doble cara, y está situación también. Mientras la gran mayoría de las familias de la clase trabajadora está afrontando un futuro totalmente lleno de privaciones y de carencias, una ínfima minoría de privilegiados, constituida por los de siempre, los empresarios, los financieros y rentistas de todo tipo, “bajo el gobierno más progresista de la historia de España” están amasando nuevas montañas de riquezas increíbles, situación que supone un verdadero insulto en nuestra cara.

Los beneficios empresariales están en niveles históricos bajo estos que se llaman “gobierno progresista”. Unos beneficios que están siendo obtenidos fundamentalmente en base al aumento de la sobreexplotación laboral, los bajos salarios, la enorme especulación inmobiliaria y la subida de los alquileres de las viviendas de forma absolutamente abusiva, que nos imposibilita plantearnos tener una vivienda digna a la mayoría, al igual que las crecientes subidas de los precios de los alimentos y los productos de primera necesidad, que han batido récords año tras año. Y estamos viendo toda esta situación de aumentos vergonzantes de los enormes beneficios tras el desarrollo de la Pandemia del COVID, a partir del año 2020.

En el año 2021, el beneficio de las empresas del IBEX35 fue un 63% más alto que el que obtuvieron en el año 2019. Sin embargo, las cosas han cambiado a mejor, incluso, para los más ricos. Según Oxfam ahora tienen un increíble 55% más, que la media del periodo medio de la pre-pandemia, entre los años 2015 y 2019. En 2022 han vuelto a tener unos beneficios superiores al 30%.

El 1% de los más acaudalados de España tienen en sus manos más del 23% de toda la riqueza del país. Las rentas del capital han crecido durante el año 2022 a costa de las rentas de los trabajadores, que han visto sus salarios perdiendo poder adquisitivo. Más de la mitad del valor de la riqueza en España se concentran en las manos de menos del 10% de la población. En contraste, la mitad más pobre solo posee el 7% del dinero y el patrimonio total del país.

El parásito sector bancario está obteniendo beneficios como nunca, después de haber disfrutados de los rescates públicos a sus cuentas en la crisis de 2008. El año pasado, la banca obtuvo ingresos superiores al 33%. Por otra parte, el sector energético está obteniendo enormes beneficios a costa de encarecer los precios, con beneficios superiores al 40%. Los rendimientos de las compañías enriquecieron directamente a sus accionistas, los cuales se beneficiaron de las rentas del capital a costa de las rentas del trabajo y de la mayoría de la población.

Los datos son claros y elocuentes. Las empresas y bancos del IBEX 35, estos solos, han estado acumulado en los tres últimos ejercicios anuales unos beneficios de más de 165.000 millones. Y luego como verdaderos vampiros y lumpenes sociales vienen a hablarnos, despectivamente, del ¡Gobierno social-comunista!

En estos días, precisamente coincidiendo con unas posiciones más hacia la “moderación”, hacia la derecha, de SUMAR y de su líder, Yolanda Diaz, el PP está proyectando una campaña de ataques, con videos incluidos, en la que acusa a SUMAR de ser prácticamente “un demonio rojo, comunista”. Así lo explica textualmente eldiario.es en su edición digital del 21 abril: “Resulta paradójico que en un momento en el que Sumar no es electoralmente una fuerza de choque como lo fue en su día Podemos y su pragmatismo se traduce en políticas propias de cualquier socialdemocracia clásica, el PP reproduzca un video sobre una irreal Yolanda Díaz comunista y adicta a la moda”.

Es suficientemente claro que a la derecha no le basta con las claudicaciones de cualquier proyecto que en su día pudo ser visto como a la izquierda de la socialdemocracia del PSOE, no les basta que se hayan instalado en las políticas del sistema, para prevenir los acontecimientos de este próximo periodo quieren y buscan su total hundimiento.

¿Puede alguien extrañarse de que en estos contextos estemos viendo, en una situación de claro deterioro social, como las bases de apoyo social al gobierno del PSOE – SUMAR se vean cada vez más minadas, se estén carcomiendo, ¿en un contexto además en donde se le están dando alas sueltas a los reaccionarios?

Esta situación objetiva que describimos es en la cual la derecha y la extrema derecha, PP y VOX, están desde hace meses preparándose para desquitarse de la derrota electoral por la mínima que sufrieron en julio de 2023. Sobre la base de la demostrada debilidad interna del gobierno presidido por Pedro Sánchez, la clase dominante les tiene abierto todos los flancos para frenar cualquier política progresiva que pretendan realizar. La burguesía española ya ha impartido órdenes a ¡la derecha de la Togas”, a la Policía y a la Guardia Civil, para que conjuntamente con los Medios de Comunicación, a los cuales controlan y son sus propietarios, comiencen a morder en la yugular al gobierno PSOE y SUMAR.

Primero a tientas, ya abiertamente, la clase dominante está abriendo una lucha reaccionaria en contra de la Amnistía, contra la cual ya han comenzado a utilizar la amenaza y represión, en contra de cualquier manifestación de apoyo al “derecho a decidir del pueblo de Catalunya”, que está siendo ya acusado de ser y significar “terrorismo”.

En este sentido, en los últimos días conocemos un nuevo caso, gracias a una entrevista realizada el pasado 11 de abril, en el medio catalán de izquierdas, “La Directa”, en la que un periodista que era entrevistado, Jesús Rodríguez, explicó que se ha tenido que exiliar por la “persecución judicial que sufre a manos del corrupto régimen español”. El crimen-delito de este periodista es ejercer el periodismo de forma profesional, sin ceder a las manipulaciones de las informaciones que pretenden que realice.

A diferencia de estos estúpidos dirigentes “reformistas sin reformas”, de las direcciones socialdemócratas del PSOE y de SUMAR, en el anterior gobierno de PODEMOS también, que siempre sienten dudas y les tiembla la mano para plantear medidas en favor de la mayoría de la sociedad, la clase dominante reaccionaria española no tiene dudas en cómo defender sus intereses privilegiados y no tienen duda de usar todas sus bazas.

En los últimos meses, hemos visto incluso como no han dudado en utilizar el movimiento de los agricultores acomodados, de los mismos agricultores que sobrexplotan sin ningún tipo de piedad a los jornaleros españoles o extranjeros, los mismos que se benefician de grandes ayudas de la Unión Europea, así como de un amplio espectro de bonificaciones fiscales, para movilizarlos en las carreteras y centros de las ciudades, sacando sus tractores de más de 300.000 euros cada uno de ellos, en los cuales ondeaban las banderas del franquismo, para desgastar por ahí también al gobierno, pretendiéndonos hacer creer que la miseria les amenaza.

Los marxistas hemos explicado siempre, por activa y por pasiva, que el capitalismo representa en sí mismo corrupción. La clase dominante, la burguesía, vive en un constante estado de corrupción, en el cual fraguan sus enormes beneficios y privilegios. Los gobiernos franquistas, y la familia Franco, vivían permanentemente en la corrupción. Los gobiernos de la llamada “Transición”, de la UCD de Adolfo Suarez eran ejemplo de corruptelas constantes, los gobiernos del PSOE de Felipe González explosionaron fruto de las corruptelas, los gobiernos del PP de Aznar vieron como casi todos sus miembros acabaron imputados en casos de corrupción y los gobiernos de Rajoy fueron ejemplares en llevar en su ADN la corrupción como sistema.

Ahora, en medio de la situación social que estamos describiendo, ha explosionado el caso de corrupción del exministro del gobierno de Sánchez, José Luis Ábalos y otros altos cargos socialistas, que utilizaron la situación de Pandemia para enriquecerse vendiendo mascarillas a las Administraciones. Y evidentemente, ello también está siendo utilizado de forma oportunista por la derecha para lanzar una nueva ofensiva en contra del gobierno, lo cual está significando un deterioro más en el apoyo social al Ejecutivo.

Igualmente, la postura totalmente hipócrita del gobierno PSOE-SUMAR ante la situación del genocidio al pueblo palestino en Gaza, a manos del gobierno reaccionario sionista israelí, tampoco ayuda en nada, sino todo lo contrario, al gobierno de Pedro Sánchez.

Ante una situación en donde el sionismo presidido por Netanyahu ha provocado la muerte de decenas de miles de indefensos palestinos, de niños, mujeres, ancianos y jóvenes con las manos y el estómago vacíos, siendo masacrados por las bombas y las metrallas del ejército israelí, “las bellas palabras del presidente Sánchez y sus ministros de ‘paz’, haciendo declaraciones fariseas sobre los “derechos humanos” y cosas por el estilo, no valen para nada, en absoluto.

Cuando PODEMOS presentó una Moción en el parlamento llamando a que el Gobierno español rompiera las relaciones con Israel, en ese momento en donde había que pasar de las palabras a los hechos, es cuando se vio el cinismo del Gobierno de Pedro Sánchez, votando en contra. Las “criticas” de Sánchez y su gobierno a Netanyahu se demostraron como toda una farsa, de principio a final. El viejo y repugnante cinismo “diplomático” de los reformistas de derechas, hablando de una cosa y actuando en sentido contrario.

Qué duda cabe que estos “reformistas”, que se creen grandes hombres de Estado y mejores gestores del sistema, no iban a romper relaciones diplomáticas con un país reaccionario, como Israel, que reporta suculentos negocios para sectores de la clase dominante española. Y esa es la clave del asunto, el peso de los negocios con Israel, junto a la total y absoluta subordinación de los dirigentes del PSOE al imperialismo norteamericano, a la OTAN y al conjunto de los organismos internacionales del imperialismo capitalista. Esto es lo que finalmente se impuso a cualquier otra consideración, con independencia de que hubieran sido masacrados ya 33.000 o 100.000 palestinos inocentes. Pedro Sánchez y otras fuerzas políticas que sostienen con su apoyo al Gobierno, como Junts o ERC, no querían ni escuchar hablar de actuar en contra de las políticas criminales del sionismo.

“Roma no paga traidores”, solían responderles los gobernantes romanos a los traidores de otros pueblos. Un Gobierno como el del PSOE – SUMAR, que basa su política constantemente en los “gestos”, pero que llenos de hipocresía le da permanentemente la espalda a su base social y electoral, es un gobierno condenado a medio y largo plazo, si llegan tan lejos, al derrumbe y no tener ninguna credibilidad ni estabilidad social, ni política.

Construir una alternativa marxista

Ante toda esta situación, que es preparatoria para grandes acontecimientos que se van a desarrollar en el Estado español y en toda Europa, se hace necesario, diríamos que urgente, que vayamos procediendo a reagrupar y organizar a los activistas más conscientes, a los revolucionarios y a todos aquellos que comenzamos a comprender la necesidad de impulsar una dirección que nos permita dotar a la clase trabajadora en las próximas luchas de suficiente claridad para dirigirlas hacia la transformación radical de la sociedad, dotando al movimiento obrero y a la juventud de un genuino programa revolucionario para acabar con el capitalismo.

Durante todos estos últimos años hemos tenido las experiencias de importantes luchas que han sacudido una y otra vez a la sociedad con la lucha de clases. Tuvimos las lecciones del periodo de las luchas de movimiento llamado de los “indignados”, de 2011-2015, que posibilitó la oportunidad de construir una organización de masas, que en principio parecía ser prometedora por su significado anticapitalista.

Pero toda esa experiencia del nacimiento de PODEMOS ha concluido ya, con su total hundimiento y próxima desaparición del escenario político entre la clase obrera y la juventud. Ello ha sido el producto de la participación de sus dirigentes, con Pablo Iglesias al frente, que hablaban de “tomar el cielo por asalto”, mientras abandonaban las luchas y movilizaciones sociales, para centrarse exclusivamente en el trabajo institucional, para llegar acuerdos y entrar a formar parte del primer gobierno de Pedro Sánchez. Estos acontecimientos no han pasado en balde y ahora SUMAR, que pretendía tomar su relevo, lo ha hecho desde el principio con más y más política oportunista y derechista, esta igualmente en bancarrota.

Crisis del capitalismo, Crisis del “reformismo”

En 2011, cuando se produjo el estallido social del 15M, con todo el proceso que le continuó, se debió fundamentalmente a los efectos sociales que estaban provocando la crisis económica y financiera del capitalismo de 2008. El aumento veloz del desempleo, los ataques a los niveles de vida, las ayudas masivas de los Estados a la gran Banca y las corporaciones, los desahucios que dejaban miles de familias en las calles. Todas estas situaciones no han desaparecido desde aquel momento. En algunos casos se suavizaron y se preparan para un agravamiento y en otros casos se mantienen.

Aquellos acontecimientos dieron como fruto la entrada en crisis de la socialdemocracia internacional y el surgimiento de nuevas organizaciones por la izquierda, que eran el intento de las masas de dotarse de nuevas direcciones a la altura de las necesidades de las luchas. Este fueron los casos concretos de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) en Grecia; el nacimiento de PODEMOS en España; la victoria de Jeremy Bernard Corbyn, por la izquierda en el Partido Laborista Británico; la postulación como candidato “socialista” en los EEUU de Bernard Sanders; el fuerte avance de la Izquierda Socialista de Jean-Luc Mélenchon en Francia, …

Todos estos procesos obedecían a una misma causa: la crisis orgánica del capitalismo, la total incapacidad de las viejas organizaciones socialdemócratas de atraer hacia si el apoyo de la clase obrera y la juventud debido a sus políticas constantes de colaboración de clases, en un contexto en donde el sistema ya no puede sostener más reformas progresistas, ni puede mantener las conquistadas en el pasado por las luchas de la clase obrera, junto a una clara búsqueda de los sectores más conscientes de los trabajadores y la juventud de una alternativa para luchar por cambiar la situación.

La burguesía, que lleva como clase dominante más de 300 años al frente de la sociedad ha aprendido durante todo este tiempo como combinar fórmulas para poder hacer descarrilar los movimientos revolucionarios que cuestionen su posición privilegiada. Posee las palancas fundamentales del Estado, mediante el empleo de la violencia, la fabricación de montajes de “informaciones falsas”; las rutinas de las costumbres y tradiciones establecidas y también, no menos importante, la habilidad de comprar y corromper a las propias direcciones de las organizaciones.

Si en el caso de Grecia la burguesía imperialista europea utilizo los mecanismos de llevar a la economía griega a la quiebra, provocando constantes rescates, con los cuales en la medida en la que la dirección de SYRIZA (que hasta se llamaba a sí misma comunista) no tenía una alternativa clara basada en un programa de lucha para cambiar la sociedad, acabó aceptando los chantajes de los imperialistas y aplicando las salvajes políticas de ajustes y ataques al conjunto de las conquistas sociales de la clase obrera griega. Eso fue el punto y final de SYRIZA.

En el caso de PODEMOS, en el Estado español, es una evidencia que la clase dominante estaba temblando con su surgimiento. En muy poco tiempo se fundó el partido y adquirió unas bases de masas, que amenazaba con romper todo el régimen del 78, en el cual se había basado la dominación de la burguesía española desde la caída de la dictadura franquista. Basándose en las movilizaciones sociales, PODEMOS avanzo rápidamente en el terreno electoral, lo cual rompió el tradicional bipartidismo en el Estado español.

Ante la perspectiva de un partido de izquierdas que la burguesía no controlaba, que rápidamente apareció como previsiblemente el partido más votado en unas elecciones generales, la burguesía puso a trabajar intensamente a las llamadas “Cloacas del Estado”. Los Servicios Secretos de la Policía y el Ministerio del Interior, desesperadamente, comenzaron a fabricar todo tipo de documentos falsos sobre PODEMOS y sus dirigentes (en ocasiones recordaba a las viejas acusaciones de la burguesía rusa acusando a Lenin y a los bolcheviques de ser espías alemanes), con el objetivo de desprestigiar a la organización ante las capas más atrasadas del movimiento.

Todos estos ataques, repetidamente informados en todas las cadenas televisivas, de radio y prensa, surtieron sus efectos, sobre todo y ante todo en los propios dirigentes de PODEMOS, que viendo sus avances electorales y sin tener la claridad en las ideas y el programa, que solo podía haberles proporcionado el marxismo, comenzaron a huir de las movilizaciones sociales y a realizar hincapié fundamentalmente en el trabajo institucional, cayendo en el más puro “cretinismo parlamentario burgués”.

En la primera oportunidad que tuvieron no dudaron en entrar con pies y cabeza en un gobierno de coalición con los dirigentes del PSOE, que evidentemente y en contra de los que pensaban Pablo Iglesias y demás dirigentes de PODEMOS, son dirigentes socialdemócratas que tienen claro que juegan por y para el capitalismo. En el gobierno del PSOE con UNIDAS PODEMOS, Pedro Sánchez les dio las carteras de ministros de asuntos relacionados con temas sociales, pero carentes realmente de presupuestos y de posibilidades de decisiones fundamentales en el terreno económico y de las propias estructuras del Estado burgués.

“El quiero y no puedo” era la constante para los dirigentes de PODEMOS, IZQUIERDA UNIDA y del PCE en el gobierno de coalición. Unas pocas medidas cosméticas relacionadas en contra de las discriminaciones de la mujer y los colectivos LGTB y “Trans”, … y poco más. Un balance bastante pobre para la presencia en Ministerios como el de Trabajo, de Igualdad, Consumo, a cambio de aparecer ante la clase trabajadora y la juventud como corresponsables de la política general de un gobierno de la burguesía, para la burguesía, que era y es en realidad el gobierno PSOE – UNIDAS PODEMOS y ahora con SUMAR.

Evidentemente, en conjunto con esto que explicamos, los dirigentes del PSOE comenzaron a trabajar conscientemente para limar las aristas de izquierdas de PODEMOS, de cara a neutralizarlos como instrumentos de lucha social. Los dirigentes socialistas, expertos en políticas de pactos sociales comenzaron a levantar un auténtico muro de las masas y PODEMOS, conjuntamente con el resto de las organizaciones que apoyaron y apoyan al gobierno de coalición, los nacionalistas burgueses vascos y catalanes y conjuntamente con los dirigentes derechistas de los dos grandes sindicatos, CCOO y UGT. Todos ellos han impuesto durante los últimos años una total política de PAZ SOCIAL, por completo basada en artificios, pero que ha tenido el efecto de someter al movimiento, evitando las luchas sociales en la medida en que han podido.

Precisamente es esta política de colaboración de clase, de imposición de la “paz social”, cuyos responsables máximos son los dirigentes de CCOO y UGT, la que ha permitido llevar a la clase dominante, por medio del gobierno también, su política de exprimir totalmente a la clase trabajadora, a los millones de familias obreras, a las que han dejado los bolsillos vacíos para transferir el grueso fundamental de las rentas del trabajo hacia los bolsillos de los capitalistas. Estas llamadas direcciones de la clase trabajadora, UGT y CCOO, llevan décadas jugando un papel totalmente reaccionario, en contra de los intereses de la clase obrera.

La clase trabajadora española tiene por delante la tarea de mandar a la basura al conjunto de sus direcciones sindicales, políticas y sociales. El objetivo ahora es recomponer y construir nuevas direcciones en las organizaciones de la clase obrera, que estén a la altura de poder ofrecer una dirección revolucionaria, preparando y organizando la lucha por la transformación radical de la sociedad.

Todo ello tuvo sus efectos en PODEMOS. En la medida en que se divorció del movimiento de las masas en las calles, encerrados en los despachos y ministerios, dejaron de ser vistos como instrumentos de lucha válidos y, por tanto, al tiempo que perdían sus posiciones en las calles, han acabado perdiendo sus posiciones en las instituciones.

PODEMOS es hoy, ya, un cadáver político, muy difícil o imposible de recuperar. Sus dirigentes quedaron aislados de las masas, defendiendo políticas en el mejor de los casos “reformistas”, en un contexto en donde el capitalismo español no puede ofrecer reformas estables y profundas a las masas. Sin embargo, el hundimiento de PODEMOS no significa ni mucho menos que el enorme y creciente malestar social haya desaparecido, sino que comienza a expresarse ya por otras vías. La polarización social a derecha e izquierda continúa profundizándose.

Las elecciones en Euskadi

Cuando escribíamos estas notas nos llegan los resultados de las elecciones celebradas hoy 21 de abril en Euskadi. Para los marxistas los resultados de las elecciones tienen el valor de apreciar la situación en la sociedad en el momento en donde estos resultados se producen. Son como una foto fija de la situación del momento, en todo caso como un termómetro puede medir el estado actual, de cuyo análisis se pueden desprender las tendencias de los procesos más generales que acontecen y hacia donde se dirigen los acontecimientos.

Los resultados nos confirman la escasa confianza en las instituciones burguesas, parlamentos, que existe entre amplias capas de las masas. Habiéndose producido una abstención de casi el 40% de los electores. Es claro que una capa importante de los trabajadores y la juventud no confían en que mediante el voto nadie de los que se presentaban vayan a solucionar los problemas que padecemos.

Por otra parte, las elecciones vascas, tras las recientes en Galicia, confirman una profunda crisis de la izquierda española, comenzando por aquellos que decían “estar en la izquierda del PSOE”. Definitivamente se confirma el proceso de autodestrucción de PODEMOS, que no obtiene ningún representante. Una caída tan rápida como fue su crecimiento, que los deja fuera después de que hace ocho años, en 2016, en las generales fuera la fuerza más votada. Ello es el fruto de su participación en la pasada legislatura en el gobierno de coalición junto al PSOE, del cual ahora forma parte SUMAR, que logra tan solo un parlamentario, con un misero porcentaje de votos del 3,34 %, unos 35.000 votos, pese a contar en sus listas con el apoyo de Ezker Anitza-Izquierda Unida, Equo-Berdeak y Mas Euskadi. Significativo es que Jon Hernández (secretario general del Partido Comunista de Euskadi, al igual que la misma candidata a Lehendakari por sumar, no han logrado sacar escaño.

En las elecciones de Euskadi el voto a la izquierda del PSOE pasa a girar en torno a EH Bildu, la fuerza heredera de la izquierda abertzale, vista como más luchadora y defensora de los derechos nacionales del pueblo vasco, que gana las elecciones en dos de las tres zonas electorales y a nivel global empata en número de parlamentarios con la fuerza histórica dominante del nacionalismo burgués vasco, el PNV.

Otegi intervino tras conocerse los resultados e hizo “un claro agradecimiento al apoyo de los votantes procedentes de la ‘izquierda confederal’ por su respaldo a la ‘izquierda soberanista e independentista’. Los votos procedentes del entorno de PODEMOS son los que han permitido a Bildu que seamos la primera fuerza política de Euskal Herria. Somos un sirimiri”, Otegi concluyo su intervención con un “Gora Euskal Herria askatural” (Viva Euskal Herria Libre).

Tras el cierre de los colegios electorales es cuando comienza la hora de la verdad para EH Bildu, si contrariamente a lo que hizo en su día PODEMOS sitúan en centro de su actividad en la sociedad, en la lucha o por el contrario entran en una senda de “trabajo institucional”, de cara a presentarse como fuerza política “responsable”. Si hacen esto último entraran cada vez más en contradicción con el profundo malestar social existente entre miles de trabajadores y de jóvenes de Euskal Herria, que necesitan expresar ese malestar luchando y no esperando 4 años a nuevas elecciones.

La derecha concentra sus votos en el nacionalismo burgués vasco, el PNV y en el PP como representantes del nacionalismo españolista, que corta electoralmente el desarrollo de los últimos años que se expresaba en VOX, la extrema derecha, que cada vez está más desinflada. El PSOE “salva los muebles”, cuya dirección es vista como parte del “españolismo” y será la fuerza que pueda permitir al PNV seguir gobernando Euskadi, para evitar un gobierno de Bildu.

Comenzamos a ver nuevos síntomas de que el muro que han construido los reformistas de derechas junto a la burguesía para contener y evitar las luchas se está fragmentando, apareciendo grietas cada vez más importantes.

Nuevo periodo lucha de clases

Algunos analistas pretendidamente de izquierdas son capaces de comprender el verdadero significado de todo lo que estamos viviendo. Uno de ellos, Antonio Maestre, en un programa de la Tv “La Sexta” afirmaba anoche mismo que “nadie dentro de la izquierda puede celebrarlos, los resultados, es una derrota para todos”. Son incapaces de comprender que lo que estamos viendo es la descomposición total, la crisis general del reformismo, de esa llamada izquierda que es feliz intentando gestionar el capitalismo en crisis y que ha terminado siendo contra reformista a todos los efectos.

Los movimientos en la sociedad son claramente indicativos de que entramos en un nuevo periodo de la lucha de clases, como demuestran las movilizaciones por la sanidad pública; las movilizaciones por la defensa de la educación; la marejada de luchas huelguísticas en Euskal Herria convocadas por los sindicatos ELA y LAB; la lucha actual del profesorado de la Comunidad de Madrid, que estuvo tres días de huelga con un importante grado de participación, pese a la posición en contra de las direcciones de CCOO y UGT; el ascenso del Bloque Nacionalista Gallego -BNG- en las recientes elecciones gallegas; el ascenso de Bildu en la elecciones en Euskadi; … todo ello es indicador de que la sociedad se está moviendo hacia la izquierda, en dirección a nuevos episodios de la lucha de clases, que desde abajo comienza un proceso que lleva a la ruptura de la paz social impuesta desde arriba por los dirigentes reformistas y la burguesía.

En este nuevo contexto la clase obrera buscara de nuevo los mecanismos y formas organizativas con las que expresarse y movilizarse, en búsqueda de soluciones de fondo a los problemas que padecemos bajo el capitalismo en descomposición.

Y es en este contexto en donde se hace imperativo, necesidad, reforzar el trabajo de construcción de una alternativa de dirección revolucionaria, la construcción de los cuadros marxistas que armados con la teoría del marxismo, con las perspectivas y el programa correcto, podamos conectar con el movimiento vivo de las masas, ofreciendo la posibilidad de dirigir la lucha hacia la transformación socialista de la sociedad, expropiando las palancas fundamentales de la economía de manos de la clase dominante, al objeto de posibilitar un programa que deberá permitir satisfacer las crecientes necesidades que tenemos.

  • Un empleo digno para todos los desempleados, o mientras tanto un Subsidio de desempleo digno, igual al SMI
  • Reducción de la jornada laboral a 35 horas, sin reducción salarial, al objeto de repartir el trabajo existente
  • Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.800 euros
  • Jubilaciones a los 60 años, con el 100% del salario
  • Pensiones públicas dignas, las mínimas igual al SMI
  • Educación pública de calidad para todos
  • Sanidad pública universal, con presupuesto suficiente para atender nuestras necesidades
  • Por los derechos democráticos plenos para la clase trabajadora, fuera “leyes mordazas”.
  • Abolición de la Monarquía. Por una República  socialista de los pueblos de la Península Ibérica.
  • Por los derechos democráticos plenos del conjunto de los pueblos que componen el Estado español, garantizándose el libre ejercicio al derecho a la autodeterminación, incluyendo la posibilidad de poder separarse del Estado, especialmente para los pueblos catalán, vasco y gallego.
  • Expropiación de las viviendas en manos de la banca y los fondos buitres, con un Plan de Construcción de viviendas sociales, con el objetivo de garantizar el derecho efectivo a la vivienda
  • Expropiación de los grandes latifundios, al objeto de garantizar una verdadera reforma agraria
  • Expropiación de las grandes empresas, bajo el control democrático de los trabajadores y sin indemnización, al objeto de planificar la producción sobre la base de las necesidades sociales.
  • Expropiación de la banca, el complejo financiero y bursátil, bajo control obrero y sin indemnización, al objeto de garantizar los recursos económicos suficientes para el plan económico en beneficio de la mayoría de la sociedad.

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