Por José Miguel Gándara Carretero- La Marx España
Imaginamos que todos ustedes han oído hablar del Trotskismo y de los trotskistas, pero de lo que seguramente no hayan tenido jamás noticia alguna, es de los camaradas trotskistas que murieron bajo la bota tenebrosa de la Gestapo y las SS. Este es el caso de Abraham León. Su historia, su vida, su militancia, su fe en el marxismo ortodoxo más allá de lo impensable.
Abraham León nació en Varsovia, la capital polaca, en 1918. En ese país, como en muchos otros, el antisemitismo imperante se agudizó al término de la Primera Guerra Mundial, por eso mismo, Abraham y su familia partieron a un exilio obligado, primero en Palestina y algo más tarde recalaron en Bélgica.
Cómo todo el mundo sabe, en 1929 se produjo el gran crack financiero capitalista, provocando un efecto dominó que llevó la crisis económica a todo el mundo y el estallido de revoluciones como la alemana o la española, pero el stalinismo y los socialdemócratas traicionaron estas revoluciones, lo que las llevó a la derrota. El descalabro sufrido por la revolución europea hizo posible el ascenso de la contrarrevolución, y la llegada al poder del fascismo y el nazismo. En medio de tamaña crisis política y económica, Abraham León se aproximó y posteriormente militó activamente en una organización llamada “Hatschomer Hatzair”,el ala izquierda del movimiento juvenil sionista. Esta facción de corte marxista trabaja para lograr una conciliación entre el socialismo y el judaísmo, empero, hacia la idea de que solo el socialismo podía resolver la cuestión judía.
No obstante, y esto es de suma importancia, al estallar la Segunda Guerra Mundial abandonó el sionismo y comenzó a militar abiertamente en el Trotskismo, entrando a formar parte de la sección belga de la IV Internacional. Es destacable reseñar su autoría de un ensayo político titulado “Concepción materialista de la cuestión judía “, donde pone en práctica un estricto análisis marxista a la hora de estudiar la historia socio-económica de su pueblo, los judíos. Para ello, hace uso del método marxista del “materialismo histórico “, toda una filosofía, fundamentada sobre tesis científicas, de la historia de la humanidad y sus diferentes constantes, en el cual se coloca definitivamente contra el sionismo, un trabajo que cobra actualmente toda vigencia.
Abraham León fue, igualmente, un camarada fundamental a la hora de establecer contactos con otras secciones de la IV Internacional en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Este trabajo militante resultaba extremadamente peligroso, dado que siempre les pisaban los talones la policía secreta nazi, la conocida como Gestapo. En concreto, se sabe que en el mes de agosto de 1942, Abraham. L. organizó la primera reunión entre los partidos trotskistas de Bélgica y Francia respectivamente, y, algo de extraordinaria importancia y muestra de una gran audacia por su parte, dirigió el trabajo clandestino entre los soldados proletario de la Wehrmacht (Fuerzas Armadas Unificadas de la Alemania nazi), asistiendo personalmente a los comités de fábrica también clandestinos dentro de la Alemania hitleriana.
campo de concentración de Auschwitz – Birkenau
Abraham León junto al revolucionario trotskista francés Marcel Hic, y el coordinador de secretariado de la IV Internacional que residía en Nueva York Jean Van Heijenoort, impulsaban la política de enfrentar la ocupación nazi de Europa, apoyando la resistencia de los partisanos y maquis que llevaban adelante la lucha armada contra los nazis. Resulta clave destacar, abundando en este mismo sentido, que desde un primer momento, Abraham León llamó a los trabajadores belgas a luchar, sin distinción, tanto contra Hitler como contra W. Churchill, al que consideraba un imperialista y por tanto, enemigo de la clase obrera.
En 1944, cuando la Segunda Guerra Mundial ya tocaba a su fin, muchos camaradas y revolucionarios pensaron que ante ellos se abría la posibilidad de reemprender su lucha revolucionaria. En este sentido, Abraham L. nuevamente jugó un papel primordial en la “Conferencia Europea de la IV Internacional”, que tuvo lugar en el mes de febrero de 1944. En cuanto León tuvo conocimiento del desembarco Aliado en las costas de Normandía, se atrevió a aventurar su vuelta a su casa de Charleroi, pero la Gestapo le estaba esperando procediendo a su inmediata detención.
Enseguida, tras su arresto, Abraham León fue deportado al Campo de Exterminio de Auschwitz – Birkenau donde sufrió múltiples maltrato y torturas, siendo seleccionado, finalmente, por las SS para ser trasladado a la cámara de gas. Desde La Marx International, al cumplirse un nuevo aniversario de la liberación del campo de concentración de Auschwitz – Birkenau, renovamos nuestro homenaje al camarada Abraham León. Viva Abraham León, héroe de la revolución socialista y la clase obrera mundial!
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